Estudios han demostrado que cuando un niño realiza una actividad regular y repetitivamente, pequeños cambios ocurren en la forma de pensar en su cerebro. En todas las áreas de desarrollo comunicación, conocimiento, socialización, aprender a cuidarse por si mismo, y salir adelante-el niño ve objetos y eventos, y escucha las palabras usadas para referirse a estos objetos y eventos, creando cambios en el cerebro y con la aportación de (sensorial) sistemas.
Cada vez que el niño escucha, ve o siente algo la información es enviada a diferentes áreas del cerebro la cual interactúa entre ellos. Entonces ese pequeño cambio en alguna parte del cerebro causara un cambio por todo el cerebro. El cerebro del niño reconoce constantemente y esta apunto de expandir creando o redefiniendo sistemas. Cuando estos sistemas están integrados, el niño aprende; cuando no, el niño pierde el interés y se aleja. Por lo tanto, para que un niño cambie, la terapia y el lenguaje que el niño escuche, debe ser adaptado para ajustarse a la habilidad de desarrollo del niño, listo a aprender.
El lenguaje tiene muchos niveles: sonidos de habla, palabras, gramática, y pragmática (uso de conversación social). Estos niveles de lenguajes están conectados integralmente entre si, y todo se tiene que integrar en la terapia, incluyendo si la terapia esta diseñada únicamente para un nivel de lenguaje. El niño tiene que tener una razón para comunicarse con su compañero con el que se pueda comunicar (pragmática); el tiene que tener una idea la cual es representada simbólicamente por una palabra o palabras (ejerciendo el significado de palabra) en una oración o pre-oración (ejerciendo el orden de palabras), y finalmente el podrá ser capaz de expresar esto de un modo que el mensaje será entendido por el oyente.
Cuando nosotros trabajamos con un niño con impedimento de habla/lenguaje o movimientos motores, nosotros procuramos trabajar su nivel de desarrollo optimo de esta manera el se mantendrá interesado y comprometido. Un niño muy pequeño podría ser atraído a rutinas con objetos reales o juguetes de tamaño normal que sean similares a los objetos en su vida. Cuando el toma un objeto en sus manos, el lo siente y lo manipula. El juega con estos objetos- ollas y cucharas, agua, tierra y arena-repetidamente. El aprende los nombres de estos objetos y comienza a aprender como se usan otros símbolos para nombrar estos objetos, incluyendo señas, fotos, y palabras escritas. Para algunos niños muy pequeños, materiales abstractos, incluso fotos de estos objetos, no pueden activar la existencia del modo de pensar en el cerebro, para otros, dibujos en línea que representen estos objetos podrían estar fuera de su conocimiento y no tendrá interés en participar. El adulto se ajusta a las necesidades del niño, utilizando muñecas y carritos con niños más pequeños y fotos de muñecas y carritos con niños más grandes. El adulto puede presentar una serie de dibujos a niños mas grandes, quienes finalmente aprenden como leer.
Además de símbolos que estén al nivel el niño que esta experimentando y aprendiendo, las actividades y objetos que nosotros presentamos, el niño debe estar familiarizado con estos objetos. De nada le sirve a un niño muy pequeño que nunca a plantado una semilla en la tierra y la ha visto crecer en una planta, escuchar acerca de semillas plantadas en la tierra y como se convierten en plantas. Si pegamos recortes de semillas de papel y flores de papel pudiera ser apropiado para las habilidades de desarrollo, sin embargo si el no ha trabajado con usted en le jardín ni a aprendido acerca de semillas, o plantado semillas en cartones en la clínica, no es relevante presentar libros acerca de como las semillas crecen y se convierten en plantas. Nuestra meta en terapia es que el niño hable por si mismo de las cosas, que a el le interesan. Eventualmente, el aprenderá a ajustar su lenguaje espontáneo a las necesidades de el oyente, pero comenzando, niños muy pequeños, principalmente necesitan/quieren hablar acerca de cosas y eventos en su ambiente lo cual ocurren cotidianamente durante las rutinas en las cuales el participa con usted, cosas simples, como el jabón resbaloso en la tina de baño, los cubos de hielo en su te frió a la hora del almuerzo, o el cortar una manzana para aperitivo. Participar en rutinas con el uso de lenguaje apropiado minimiza la distancia de conocimiento entre la experiencia sensorial del niño y la continua platica social. Esto es, las actividades y lenguaje que los adultos utilizan con el niño de una manera que coincide con las experiencias que el conoce y esta familiarizado, permitiendo nuevo material para construir conocimiento actual y ser asimilado dentro de su sistema cerebral.