Cuando les digo a los padres de niños pequeños que los terapeutas de habla y lenguaje (denominados SLP por sus iniciales en inglés) de CSLOT pueden enseñarles a sus hijos a utilizar señas para comunicarse, usualmente reaccionan con una mirada de consternación y responden: “pero queremos que nuestro hijo hable.” Les aseguramos que el uso de señas es el precursor lingüístico del lenguaje oral y el uso de señas aumenta, en vez de obstaculizar, el desarrollo del lenguaje. Una seña es, al fin y al cabo, una señal que una persona está enviando con la intención de comunicarle algo a otra persona.
Como adultos, hacemos uso de esto constantemente en nuestra vida diaria para acompañar al lenguaje oral y a estas señas las llamamos gestos. Los bebés recién nacidos también usan gestos. Aproximadamente desde los 9 meses de edad los bebés utilizan gestos para hacer saber sus necesidades a través de pedidos ritualizados como por ejemplo al estirar el brazo abriendo y cerrando la mano en un movimiento de aprensión. La sincronía entre gestos y habla se origina durante la infancia, con acciones de llevar la mano hacia la boca y luego con conductas coordinadas como balbucear mientras mueven sus manos rítmicamente (golpeando objetos); esta clase de comportamientos se siguen desarrollando durante los años escolares. Los resultados de las investigaciones recientes en el campo del habla y el lenguaje es que los gestos están firmemente relacionados con el habla y el lenguaje tanto a nivel neuronal como de desarrollo. Hay una superposición en los controles neuronales del habla y los gestos (Capone y McGregor, 2/04) y así mismo el habla y los gestos, como símbolos, comparten las mismas habilidades básicas cognitivas.
Es abundante el trabajo de investigación en el área del desarrollo gestual en los bebés, y concuerda con aquel sobre el uso de señas en el desarrollo del lenguaje en los niños sordos. Los SLP que trabajan con niños no verbales usan señas formales del Lenguaje de Señas Americano o las Señas del Inglés Exacto, estas señas han sido aplicadas con gran éxito en la terapia. La seña, acompañada por un intento de comunicarse, puede satisfacer una necesidad lo cual es una motivación para el niño que no puede pronunciar la palabra. Con el tiempo, después de haber visto y oído la palabra asociada con la seña, el niño eventualmente dejará de usar la seña para usar la palabra hablada. Entonces, tiene sentido desde una perspectiva del desarrollo el enseñarle a los niños las señas básicas de la comunicación y lograr que los niños con retrasos en el habla “hablen” primero con sus manos.